tag:blogger.com,1999:blog-69664568444377265202024-03-12T17:20:29.699-07:00Mis lentejas me las hago yoRelatos del nosotros al yo o vida y hazañas de lo que escuchan los teléfonos móvilesJorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.comBlogger39125tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-40053590859920275172011-10-01T09:52:00.000-07:002011-10-01T09:52:46.691-07:00Riazor - Amaral<i>En media noche en el acantilado<br />
yo llego tarde tu estas esperando <br />
ya frente a las olas imaginando <br />
como sería dar el salto.</i><br />
<i><br />
Hoy hace mas de un millón de años, <br />
nadamos en las playas de Riazor.<br />
Agosto de calor, septiembre de tormenta.<br />
Dos meses antes de que aparecieran </i><br />
<i>aquellas manchas de marea negra <br />
entre tu corazón y mi cabeza...</i><br />
<i> <br />
¿Qué ha sido de ti? <br />
¿de aquella canción?</i><br />
<i>¿de las horas muertas en tu habitación?<br />
¿Quien dijo que no perdería el control <br />
cuando iba camino de la destrucción? </i><br />
<i><br />
Hoy vuelve a soplar ese viento del mar <br />
que nubla la mente y la vista. <br />
Prefiero saltar de una vez sin mirar <br />
y quiero que tú me sigas</i><br />
<i>y quiero que tú me sigas.</i><br />
<i><br />
Siempre fumando como una posesa <br />
buscando vida en otros planetas.<br />
Obsesionada con ir más allá <br />
para alcanzar la emoción perfecta</i><br />
<i>
¿Acaso solo yo me daba cuenta<br />
de que en octubre llegaría lo peor?<br />
Agosto de calor, septiembre de tormenta. </i><br />
<i><br />
Aun puedo ver a cámara lenta <br />
aquellos días de marea negra <br />
entre tu corazón y mi cabeza.</i><br />
<i><br />
¿Qué ha sido de ti?</i><br />
<i>¿de aquella canción? <br />
¿de las horas muertas en tu habitación?<br />
¿Quien dijo que no perdería el control <br />
cuando iba camino de la destrucción? </i><br />
<i><br />
Hoy vuelve a soplar ese viento del mar <br />
que nubla la mente y la vista.<br />
Prefiero saltar de una vez sin mirar <br />
y quiero que tú me sigas <br />
y quiero que tú me sigas...<br /> </i>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-12796184888762088282011-09-06T08:03:00.000-07:002011-09-06T08:15:51.272-07:00Vivo, muero, espero...<br />
<i>Vivo en un infierno de hormigón robado al mar</i><br />
<i>donde el agua potable riega el césped </i><br />
<i>forzado a crecer en la arena </i><br />
<i>de un desierto maquillado y de una playa subyacente.</i><br />
<i><br /></i><br />
<i>Muero en el centro histórico </i><br />
<i>de una maravilla agotada </i><br />
<i>por la especulación absolutamente despiadada </i><br />
<i>con el beneplácito de una conciencia inexistente.</i><br />
<i><br /></i><br />
<i>Vivo en el clasismo de quien acuña</i><br />
<i>la peor palabra para el otro</i><br />
<i>y se regodea como un cerdo opulento</i><br />
<i>mientras le llama mierda de gente.</i><br />
<i><br /></i><br />
<i>Muero en las santas semanas con tribunas</i><br />
<i>de los pobres y los ricos separadas;</i><br />
<i>en las cabalgatas de reyes trasnochadas</i><br />
<i>donde hay niños que pagan por las gradas.</i><br />
<i><br /></i><br />
<i>Vivo al lado de una cruz verde</i><br />
<i>que fenece a la sombra de Cervantes</i><br />
<i>que con una alfombra roja recubierto</i><br />
<i>acalla la basura que no agrada.</i><br />
<i><br /></i><br />
<i>Muero mientras las fachadas se sujetan</i><br />
<i>por preservar una historia ya olvidada</i><br />
<i>y unos álamos perfectos se sofocan</i><br />
<i>mientras limpian el aire de rabia.</i><br />
<i><br /></i><br />
<i>Vivo preguntándome quién mintió</i><br />
<i>cuando nombró a esta mujer como la bella</i><br />
<i>si lo que hay es solo una vidriera</i><br />
<i>regalada a un marqués que se recuerda.</i><br />
<i><br /></i><br />
<i>Muero con una población necia</i><br />
<i>que repite sus errores en un ciclo</i><br />
<i>mientras mira hacia otro lado y se coloca</i><br />
<i>en su nicho y en su trozo de fascismo.</i><br />
<i><br /></i><br />
<i>Espero con la inercia aún latente</i><br />
<i>de quién se resiste a vivir en esta farsa</i><br />
<i>y toma las calles y pelea</i><br />
<i>por demostrar que aún hay esperanza.</i>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-75851602873557915882011-06-30T03:46:00.000-07:002011-06-30T03:55:32.144-07:00Estúpido<a href="http://4.bp.blogspot.com/_rx9hYudBxII/TJ7UvOl-SjI/AAAAAAAAAYU/I_pXwL9tIP8/s1600/estupido+2.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 255px; height: 198px;" src="http://4.bp.blogspot.com/_rx9hYudBxII/TJ7UvOl-SjI/AAAAAAAAAYU/I_pXwL9tIP8/s1600/estupido+2.jpg" border="0" alt="" /></a><i>Somos estúpidos</i>. Pero no creas que nos molesta, no. Somos felizmente estúpidos. Somos estúpidos por pura vaguería. Porque no nos compensa mover un dedo para dejar de serlo. Y miramos con la boca abierta a aquellos que parecen no serlo. Y ésos, para todos nosotros -estúpidos-, no son más que aquellos que "en procurarse lo que anhelan no tienen que invertir salud". Algunos incluso no tienen que invertir nada, porque ya estamos nosotros -estúpidos- para dárselo.<br /><br /><i>Eres estúpido (necio y falto de inteligencia)</i>. Lo eres y te lo crees. Y crees que un señor o señora que ocupa un sillón en un Ministerio no lo es. Da igual que no hayan tenido trabajo conocido. Da igual que hablen a duras penas su idioma. Tú, con todos tus títulos, eres estúpido. Y ellos no, porque "tú de eso no entiendes". Eres estúpido. Lo eres porque cuando lees esto y te ofendes me llamarás demagogo. Lo eres porque la explicación simple también te parece demagogia. Lo eres porque te crees que todo es complicado. Tremendamente complicado. Y ahí están los superhéroes para sacarte las castañas del fuego. Eres estúpido y te enorgulleces de tener un monarca a cargo de tus impuestos porque es un brillante embajador de España que es experto en... y lo eres porque de nuevo me llamarás demagogo, pero piénsalo: eres estúpido.<br /><br /><i>Somos estúpidos</i>. Y lo somos porque creemos que lo que ponen en la tele es porque es lo que quiere la mayoría y no al contrario. Porque no nos damos cuenta de que hoy en día cuesta diferenciar un editorial de una noticia. Porque tenemos Internet y no sabemos informarnos. Porque estás viendo que se esfuerzan por limitarlo para seguir controlando la comunicación y no eres capaz de reconocerlo. Somos estúpidos. Somos estúpidos porque ahora me hablaréis de conspiraciones y demagogia de nuevo. Pero piénsalo: somos estúpidos.<br /><br /><i>Eres estúpido y frágil</i>. Porque has aprendido las recetas de la demonización sin cuestionártelas. Porque ya te han escrito las palabras que debes odiar y las que debes querer y repites como un papagayo las anécdotas puntuales del los informativos en Agosto de cierta cadena de televisión. Catalanes, nacionalistas, terroristas, españolistas, embargo, hacer los deberes, ayudas, pederastas, chinos, invasión, inmigrante, radicales... Y consumes encuestas sobre el tamaño de tu pene o de tus tetas. Y te enorgulleces de estar informado. Estúpido. Estúpido porque estás dejando que deterioren aquellas palabras que intuyes que son problemas serios. Porque puedes mirar al futuro y no lo haces. Porque cambio climático, igualdad, cooperación internacional, refugiado, hambre, deuda externa... te parecen cosas de anti-sistemas, de hippies, de rojos, de verdes... Y sin embargo la corrupción ha campado entre la cotidianidad de tu vida y han conseguido que la valores; que admires a tu vecino porque sabe cómo defraudar a hacienda; que admires a un personaje televisivo porque tiene lo que ansías sin mover un dedo. Eres estúpido, porque te has creído que lo que ansías es lo que te enseñan, que no tienes tus propios sueños, que no tienes tus propias metas. Estúpido.<br /><br /><i>Somos estúpidos y egoístas</i>. Porque nos parece que mirar la procedencia de un producto en la etiqueta es "pensar demasiado". Porque sabes que un producto importado barato no puede ser rentable a no ser que haya alguien explotado en toda la cadena (producción, transporte, distribución, venta, consumo) y aún así lo consumes. Porque te vale que "todos lo hacen" o "si no lo comprara estarían peor" como excusa. Eres estúpido porque han conseguido que pensar te sea incómodo.<br /><br /><i>Eres estúpido y manipulable</i>. Porque un "kebab" y un "chino" te parece un negocio poco legítimo y deslealmente competitivo que arruina la economía local. Y sin embargo IKEA te ha dicho por televisión que es guay, romántica y emotiva y los chinos no y ya has aprendido a quién tienes que odiar. Porque Mercedes te ha dicho que tiene un nuevo coche para rebeldes. Rebeldes, dicen... eres estúpido.<br /><br /><i>Somos estúpidos y cobardes</i>. Estúpidos porque a veces despertamos nuestras conciencias y te das cuenta de que las cosas no funcionan. Entonces miramos a nuestro alrededor y nos vemos solos. Y creemos que nadie comparte lo que pensamos. Y no lo decimos, por miedo a ser reprobados. Somos estúpidos.<br /><br />Y sobre todo eres estúpido porque te han dicho y te has creído que no puedes hacer nada.<div><br /><div>ESTÚPIDO.</div></div>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-3258948309790163492011-04-02T07:38:00.000-07:002011-04-02T07:40:08.185-07:00AgobioMe agobio. Intento escribir y no puedo. No me sale. Estoy escribiendo esto como si no saliera de mí. Me agobio. ¡Ayuda! No puedo escribir.Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-46442534386066531582010-07-03T08:44:00.000-07:002010-07-03T09:03:10.341-07:00Don Elocuente y Don SilencioNadie sabía muy bien porqué, pero Don Elocuente apareció un buen día... apareció... callado. Y así seguiría para siempre.<br /><br />Don Elocuente y Don Silencio tenían una nobilísima relación.<br /><br />Don Silencio, tan comedido, tan reflexivo, tan silencioso y tan espiritual era el perfecto sumidero del torbellino de curiosidades desbordantes de las que Don Elocuente podía hablar.<br /><br />Don Elocuente, tan curioso, tan parcial, tan observador y tan amigo de cada pequeño detalle del más mínimo paseo, comentaba entusiasmado cada descubrimiento, cada opinión o cada idea que se le ocurría.<br /><br />Don Silencio, tan cerca de lo espiritual que ya no parecía humano, era el amigo por excelencia de una persona fuente de inquietudes, como era Don Elocuente.<br /><br />Don Elocuente, tan charlatán en definitiva, era una gran fuente de conocimiento para Don Silencio, que observaba y absorbía y jamás se pronunciaba.<br /><br />Vivían juntos cerca del cielo, quizá porque allí es donde se produce la fusión de las almas complementarias. Y despertaban por las mañanas, como hace todo el mundo, con los primeros rayos con la forma de la rendija de la persiana. Y soñaban, como todo el mundo también, con aquella idealidad a las que unos llamaban amor, otros llamaban Dios y, los más sabios, nunca se atrevieron a nombrar.<br /><br />Y ante esta perfección extrema de comunión carnal y espiritual eran pocos los que se atrevían a juzgar o intentar dañar aquel equilibrio.<br /><br />Así que el final llegó desde dentro. No era un día lluvioso ni hacía frío. No había humedad ni pájaros de mal agüero. No había gatos negros ni gitanas aireando males de ojo. Era, simplemente, un día.<br /><br />Don Silencio le habló. Le habló por primera vez y le dijo:<br /><br /> - Don Elocuente, se acabó.Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-53534115053248311402010-05-17T09:11:00.000-07:002010-05-17T10:27:07.729-07:00Mario frente al Mar<div>Se bajó de aquel coche y lo miró otra vez. Era una coraza. De nuevo, pertenecía a su imagen, como todo lo que venía repasando. </div><div>"Decía mi marido que el taxi era como una prolongación de su polla", recordó el diálogo de una película. ¿Sería acaso también aquel cochazo un intento de potenciar su virilidad? Y en el caso de potenciarla, ¿potenciarla ante qué o quién?...</div><div><br /></div><div><i>Sin nombre.</i> A Mario le gustaba que le llamasen Mar desde que tenía 18 años. Mar era un alejamiento de todo aquello que había detectado de frágil en Mario. Sonaba a nombre de chica, con lo cual podía despacharse con un interesante "es una larga historia" cuando los demás preguntaban. Su voz varonil acababa con todo resquicio de duda. Mar era un hombre. Un hombre... de verdad. Cambiarse de nombre, por muy cutre-snob que sonara éste, le permitía empezar a construir la maraña de personalidades que ocultaban quien realmente era. Ante todo, su imagen era la de un tío interesante.</div><div><br /></div><div><i>Sin afecto.</i> Ser el más guapo durante su infancia, su sonrisa perfecta durante su adolescencia y un poco más le abrían las puertas de, al menos, esperar que la gente se parara a hablar con él. Inquisitivamente la introducía como arma para el desarme en cualquier conversación. Sus diálogos pomposos y llenos de adverbios aquí y allá colocados y una seguridad pasmosa en un discurso vacío le valían el ser escuchado. Todo funcionaría mientras nadie supiera quién era realmente.</div><div><br /></div><div><i>Sin seguridad.</i> Pero el mejor cartón piedra se agrieta con la lluvia y, aquella fastuosidad rimbombante de favorecida genética empezaba a desquebrajarse. Y los ojos y la sonrisa quedaban, pero las pequeñas arrugas comenzaban a fragmentar tan bella vidriera. ¡Qué sería de él sin su imagen! Los 33 eran ya el momento de empezar a plantearse que aquellas derroteras sólo podían llevar a la construcción de un nuevo Él. Tendría que ser un madurito interesante que se cuida, al menos. El coche aún le servía. El discurso adverbial era aún pronunciable, quizá adornándolo con alguna noticia cazada al vuelo del informativo matinal...</div><div><br /></div><div><i>Sin experiencia.</i> Y con 33 años seguía estudiando y trabajando para aquel periodicucho de tres al cuarto. Cuando los demás le preguntaban que porque no había acabado la carrera, eludía el tema, cuando podía, o se llenaba la boca sobre las cosas interesantes que fingía hacer para construirse un brillante futuro. Solía decir que algún día él daría la campanada.</div><div><br /></div><div><i>Sin verdades.</i> Pero la gente le iba conociendo poco a poco. Mar les empezaba a sonar a nombre ridículo y las personalidades iban cayendo como fichas de dominó. Cuando la empatía de alguno de sus amigos o conocidos escarbaba un poco más allá de aquella enredadera de falacias se iba descubriendo a Mario. Un Mario sólo, asustado, inexperto e inseguro.</div><div><br /></div><div><i>Sin contención.</i> Y aquel amago de investigación sin maldad alguna de sus amigos le hacía rebotar contra ellos y apartarlos. O llamar estruendosamente la atención vociferando, acelerando su coche, demostrando qué él era un gran hombre que había que tener en cuenta.</div><div><br /></div><div><i>Sin solución.</i> Y concentrado en su próxima imagen, en el que sería a partir de ahora, volvió a verse en el espejo y sintió asco de aquel hombrecillo escondido y al que nunca había dejado brotar. Sintió asco de lo que era en realidad y pensó que era el momento de matar para siempre a Mario.</div><div><br /></div><div>Y fue una pena, pues en un universo paralelo, hay una persona sincera, divertida, despreocupada y amigo de sus amigos, que se hace llamar Mario y que nunca se preocupó por ahogarse en un Mar de apariencias.</div>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-63593397521327388192010-04-16T09:27:00.000-07:002010-04-16T09:30:45.578-07:00Jodido y malako inerte<span style="font-style: italic;"> Corre, corre, corre... </span><br /><br /><span style="font-style: italic;"> La música cruje y los <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">cantautores</span> que se odian </span><br /><span style="font-style: italic;"> ya no saben con qué rosas llenar los jarrones.</span><br /><br /><span style="font-style: italic;"> Vuelve, vuelve, vuelve...</span><br /><span style="font-style: italic;"> </span><br /><span style="font-style: italic;"> Que no quiero terminar</span><br /><span style="font-style: italic;"> sin siquiera haber sabido empezar.</span><br /><br /><span style="font-style: italic;"> Siente, siente, siente...</span><br /><br /><span style="font-style: italic;"> Tu piel se enrojece al frotarse con mi barba,</span><br /><span style="font-style: italic;"> pero la calmaré a besos.</span><br /><br /><span style="font-style: italic;"> Vive, vive, vive...</span><br /><span style="font-style: italic;"> </span><br /><span style="font-style: italic;"> Que tienes aún una misión, </span><br /><span style="font-style: italic;"> que aún... no has acabado conmigo.</span>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-77421947703105862212010-03-26T03:13:00.000-07:002010-04-05T12:22:27.038-07:00Extracto de Piedras - Ramón Salazar<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzAirh8Di0tgkyViWJUvtVpYXFisos7HO-n2gwT35c3CE3h0z8VQyIWQQ-ZiaDjlCwBGo76-0jFclG05xdR1kRYv-_Hp1ec2JSa6C-mAnVEluc-OL_4uNu0rjjkj9sw_sR3Rd4ZV-s38fE/s1600/P4040453.JPG"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 240px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzAirh8Di0tgkyViWJUvtVpYXFisos7HO-n2gwT35c3CE3h0z8VQyIWQQ-ZiaDjlCwBGo76-0jFclG05xdR1kRYv-_Hp1ec2JSa6C-mAnVEluc-OL_4uNu0rjjkj9sw_sR3Rd4ZV-s38fE/s320/P4040453.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5456735917845097490" border="0" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); line-height: 17px;font-family:Georgia,Helvetica,sans-serif;font-size:12px;" ><p style="margin: 0px; padding: 5px 0px; font: 12px/19px Georgia;" align="justify"><span style="margin: 0px; padding: 0px; color: rgb(51, 0, 0);"><em style="margin: 0px; padding: 0px;">“Enhorabuena por ese novio médico estupendo que te has echado. No muy guapo, pero con una interesante nariz grande, aficionado a <span style="margin: 0px; padding: 0px;">Mafalda</span> como tú y melómano. Pues a ver cuando me hacéis una visita, tú y tu novio. Para que os dé el visto bueno.<br /><br /><span style="margin: 0px; padding: 0px;">Lisboa</span> es rara, <span style="margin: 0px; padding: 0px;">Javier</span>. Es una ciudad de la que tengo recuerdos de cosas que no he vivido. Pero eso me hace ir despacito. Más tranquila. Con dos dedos. Torpe, pero acertando las letras que quiero dar.<br /><br />Estoy tranquila, por fin. Al menos ya no siento que me muero por dentro. Eso es bueno, ¿no? Y tengo ganas, pequeñas, pero ganas de empezar otra vez. Y olvidarme de que esta y cualquier ciudad a veces está tan triste como yo. Y notar que estoy cambiando, aunque sólo sea un poco. Bueno, si es mucho, mejor. ¿Has visto que egoístas nos volvemos cuando estamos solos? Espero que tu novio el médico tenga cura para el egoísmo. ¿Tú crees que nos enamoramos sólo para no estar solos? Yo creo que me he enamorado de un chico. Bueno, de su cogote. Me encanta el cogote de un conductor de tranvía que no conozco.</em></span></p><p style="margin: 0px; padding: 5px 0px; font: 12px/19px Georgia;" align="justify"><span style="margin: 0px; padding: 0px; color: rgb(51, 0, 0);"><span style="margin: 0px; padding: 0px; color: rgb(51, 0, 0);"><em style="margin: 0px; padding: 0px;">Espero que lo que tienes ahora sea lo que siempre soñaste tener. ¿Dónde irán los sueños cuando no los conseguimos? Porque a algún sitio tienen que ir. Aunque creo que al final, los sueños no son más que una excusa. Pero una excusa muy gorda. Son la excusa para vivir. Por eso a veces también se convierten en la mirada nostálgica de lo que nunca fuimos. ¡Qué putada, <span style="margin: 0px; padding: 0px;">Javier</span>! Asumir que nunca serás lo que siempre deseaste. Ni esperarlo siquiera, ¡joder!<br /><br />Deseo, deseo, deseo, deseo…</em></span></span></p><p style="margin: 0px; padding: 5px 0px; font: 12px/19px Georgia;" align="justify"><span style="margin: 0px; padding: 0px; color: rgb(51, 0, 0);"><em style="margin: 0px; padding: 0px;"></em></span></p><p style="margin: 0px; padding: 5px 0px; font: 12px/19px Georgia;" align="justify"><span style="margin: 0px; padding: 0px; color: rgb(51, 0, 0);"><em style="margin: 0px; padding: 0px;">Quiero con todas mis fuerzas ser feliz. Y con eso hacer un poquito felices también a los que me rodean. Eso es lo que siempre quise.<br /><br />¡Ay! ¡Que bien! ¡Que bien <span style="margin: 0px; padding: 0px;">Lisboa</span>, <span style="margin: 0px; padding: 0px;">Javier</span>! Beso.”</em><br /><br /><br />(Extracto de <strong style="margin: 0px; padding: 0px;"><em style="margin: 0px; padding: 0px;">“Piedras”</em></strong> de <strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Ramón Salazar</strong>, carta de <strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Leire</strong> –<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Najwa Nimri</strong>- a <strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Javier</strong>–<strong style="margin: 0px; padding: 0px;">Andrés Gertrudix</strong>-.)</span></p></span>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-2968119329107151222009-11-27T09:37:00.000-08:002009-11-27T11:34:09.134-08:00Aceptar, aplicar o cancelarSi a sabiendas de que era hijo único<br />me has hecho sentir con creces,<br />el más feo de todos mis hermanos,<br />comprende que sienta con tinta<br />y aporree en un oxidado teclado<br />para matar al último romántico<br />que cree que de un libro no pasamos.<br /><br />Si para papel blanco tenía tu espalda<br />perdona que no imprima lo que escribo<br />pues un punto mal puesto en el recibo<br />me recordaría a los lunares de tus nalgas.<br /><br />Si me has hecho creer un héroe<br />y ahora me asomo a aletear a las ventanas<br />y veo en el horizonte un tablón de vuelos<br />donde anuncias <span style="font-style: italic;">delayed</span> y te escapas...<br /><br />Si he dormido en las comisarías<br />porque me sonaban a comisura<br />de tus risas bien calculadas<br />no pienses que esto es … delirio.<br /><br />Piensa en el que escribía con pluma,<br />en el que tuvo miedo a ser uno más<br />y en aquel que cuando dormía no soñaba.<br /><br />Porque yo soy lo que has dejado<br />la colilla mugrienta y bien pisada<br />que una vez tuvo carmín rojo<br />y hoy de rojo, ya no tiene nada.<br /><br />Y si a nadie le puedo confesar todo,<br />entiende que no hay nadie que merezca,<br />o al menos, no de este modo,<br />que esta víctima le confiese nada.Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-27633783858667658262009-09-10T14:32:00.000-07:002009-09-10T14:34:48.720-07:00El viento eres tú - Silvio RodríguezA veces entra en el bosque un silbido veloz<br />que recorre fugaz la penumbra y la luz,<br />y los árboles fríos del bosque: soy yo.<br /><br />Todas las copas se postran a fin de existir;<br />de no hacerlo, deshechas habrían de morir,<br />y ese viento que trae la muerte eres tú.<br /><br />Eres la llama que abraza la flor<br />y la violencia del fiero huracán,<br />la sombra oscura que sigue mi amor.<br />Por qué, por qué tú sigues, di,<br />matando este amor que dejas.Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-71889085868293085392009-06-23T03:37:00.001-07:002009-08-04T08:01:28.579-07:00Te vendo un CDAyer soñé que me llamaba Andrés. Mis neuronas se debatían por organizar mi nueva vida con este nuevo nombre. Andrés no era un nombre de perro callejero ni de gran emprendedor. Andrés era el nombre de un joven viejo o de un hombre joven. Estaba en ese punto en el que no sé si soy yo o quien seré mañana. En ese punto en el que se pasa lista a cada una de nuestras ambiciones de adolescente y te das cuenta de que las has estirado demasiado en el tiempo antes de realizarlas. Tanto, que como una mala goma, se ha roto y te ha dado en las narices.<br /><br />Pero mi nuevo nombre lo cambiaba todo. Andrés... Como Andrés, caminaba lentamente por la calle fijándome en cada rincón de cada adoquín. Estiraba ligeramente la comisura de mis labios mostrando una tímida y cómplice sonrisa a cuantos me cruzaba en la calle. Ellos, no podían por menos que empezar a sonreír al pasar a mi lado.<br /><br />Entré en la calle Granada y allí estaba. Detrás de él se oían las máquinas demoliendo el antiguo cine Albéniz. Era idéntico a mí salvo por algunos detalles. Estaba sentado en el suelo, con una pierna mellada por una diabetes no tratada y algún diente que otro faltando. Me acerqué y sonreí. Mi incliné ligeramente en una reverencia y, volví a sonreír. No reaccionó. ¡Buenas noches! - le dije. Me miró extrañado y contestó:<br />- Te vendo un CD.<br />- ¿Qué CD? - contesté yo.<br />- <span style="font-style: italic;">Eliye</span> - Dijo con un acento de un francés macarrónico mientras señalaba un plástico negro con cuerdas atadas a los extremos lleno de carátulas mal fotocopiadas en color.<br />- La verdad es que me llamo Andrés y sé poco de música. Pero soy muy observador. Mientras me agachaba para saludarte me he dado cuenta de que esa pierna debe doler. Tu ropa está un poco rota y ... creo que te hace falta una ducha. ¿Te apetece desayunar conmigo?<br />- ¿Desayunar? <span style="font-style: italic;">Mesié, </span>es de noche. Además, no es música. Son películas.<br />- No, es de día. Acabo de despertar. Es mi sueño, puedo cambiarlo. ¿Ves? Ahora justo está saliendo el sol. Y mira, es música...<br />Se sorprendió un poco. Estaba en el medio de la calle. Las máquinas de limpieza estaban dejando todo apunto. En un instante imperceptible de tiempo, recogió sus CDs antes de que una máquina se los mojara. Las primeras sombras alargadas del día se estiraban tiñendo de gris los escondidos colores de las baldosas del suelo. Estaba amaneciendo...<br />- Entonces ¿desayunamos?<br />Se levantó un poco cansado y con bastante dificultad.<br />- Perdone mi español, señor - me dijo.<br />- No, tranquilo, si lo hablas perfectamente.<br />Sonreí y en este momento sonrió. Creo que no tenía mucho que hacer y posiblemente nada que perder. Empezamos a caminar hacia mi casa y noté que le costaba seguirme. Aceleré mi sueño para evitar que tuviera que andar hasta mi calle, que estaba aún a unos 20 minutos.<br />- Señor, con usted el tiempo pasa muy deprisa... Emmm ¿Usted siempre invita a desayunar a desconocidos?<br />- Verás - le dije -. Hasta ayer no. Ayer tenía otro nombre, era otra persona. Estaba bastante asustado de todo y de todos. Hoy, tengo otra oportunidad. Hoy creo que nadie debería salir con miedo a la calle.<br />- Miedo no sé, pero ... ¿prudencia?<br />- ¿Eres malo o me vas a robar cuando lleguemos a mi casa?<br />- Entienda que pregunte. La gente no es así. Se suele cambiar de acera.<br />- Normal, si a todos los tratas de "usted", como tú a mí.<br />- Disculpe... digo disculpa - contestó. Intuyo que en ese momento se empezó a sentir en una especie de juego divertido. - Creo que es más bien porque soy negro. Los negros damos miedo.<br />- Ah, vaya... Yo pensé que eras muy parecido a mí.<br />Me miré en el espejo del escaparate de la mercería. El espejo estilizaba mucho. Me di cuenta de que mi piel era casi lechosa al lado de la suya. Aún así, creo que nos parecíamos bastante.<br />- Hombre, dicen por ahí que todos los hombres somos iguales, ¿no?.<br />- Eso sería muy aburrido.<br />- Ya, pero se refieren a los derechos y esas cosas.<br />- Creo que eso es muy ideal. No podría cambiarlo ni en mi sueño. Es triste...<br />- No, no es triste. Es bonito que existan ideales y sueños<br />Por primera vez la primera sonrisa salió de él.<br />- ¿Cuáles son los tuyos? - le pregunté.<br />Me miró sorprendido:<br />- Eres un tipo bastante raro.<br />- Bueno, aún no me ha dado tiempo a analizarme. Estoy en un sueño nuevo ¿sabes? . ¿Café?<br />De repente estábamos sentados en mi mesa con olor de café recién hecho alrededor.<br />- Sí que pasa deprisa el tiempo contigo.<br />- Será la buena compañía. - Le dije guiñando un ojo.- La pierna ¿te duele?<br />- Hay gente que cree que me la he dejado así para dar pena y vender más...<br />- ¿Y es verdad?<br />- ¿Tú que piensas?<br />- Pienso que no.<br />- Pues eso es lo que cuenta. Es tu sueño.<br />- Ah, sí, lo olvidaba. Salvo por estos saltos en el tiempo, todo parece bastante real.<br />- Creo que el momento sólo avanza en tus sueños cuando las cosas te molestan. Un poquito de dificultad tampoco vendría mal. De hecho, mira, tengo un castellano perfecto.<br />- Sí, es curioso. Caprichosos los sueños. Pero para eso están, ¿no? ¿Sabes lo que hago cuando estoy despierto y voy caminando por la calle?<br />- ¿Qué haces? - me preguntó. Intuía, sin embargo, que sabía la respuesta.<br />- Me invento la vida de la gente con la que me cruzo por la calle.<br />- ¿Y en qué te basas? ¿En las apariencias? Eso sería bastante prejuicioso.<br />- No, no. No trato de inventar lo que son, sino lo que han sido y porqué ahora son como son. Como sienten y por qué hoy han decidido llevar unos zapatos marrones en vez de negros. O por qué ese color de pelo llamativo. O por qué la corbata apretadísima contra la nuez...<br />- Entiendo... Más o menos lo que estás haciendo conmigo ¿no?. Al fin y al cabo soy un producto de tu sueño.<br />- Bueno, los sueños tienen que estar necesariamente construidos con pedazos de las experiencias vividas, así que en cierto modo, real eres. ¿Por qué te habré invitado a desayunar?<br />- Quizá te di pena. A lo mejor pensaste que merecía otra oportunidad, vestir bien y tener una pierna y una dentadura sana. Demostrar al mundo que algún día fui bueno y que probablemente aún lo sea. Demostrar quizá que soy tan digno como cualquier otro de empezar una nueva vida.<br />- Quizá...<br />- Pero darme una nueva vida en tu sueño, sería fácil. Ya he aprendido castellano, disfrutado de un café estupendo y ¿sabes? la pierna apenas me duele. A este ritmo quizá en 10 minutos sea un ejecutivo negro y ejemplar para toda mi comunidad.<br />- ¿Tú crees?<br />- No. Pero porque no es lo que tienes preparado para mí.<br />- Vaya, pareces conocerme mucho. Y eso, que ahora, me llamo Andrés.<br />- Al fin y al cabo soy parte de ti, de tu imaginación. Volvamos a lo de antes. De verdad que en sueños es fácil convertirme en lo que te gustaría que fuera. ¿Pero por qué? Te incomoda que sea pobre y esté enfermo. ¿Te sentirías mejor si no lo fuera? ¿Te sentirías mejor sin nadie lo fuera?<br />- Hombre, yo creo que eso tiene fácil respuesta. Todo el mundo preferiría un mundo más justo e igualitario.<br />- Bueno, dicen que querer es poder. Adóptame y dame oportunidades. Donde come uno, apretando un poco, seguro que comen dos.<br />- ¿Adoptarte? No eres un menor...<br />- Bueno, sólo tengo 21 años. Me quedan muchas cosas por vivir. Quizá pueda aprender nuevas contigo. O incluso, quizá tú puedas aprender mucho de mí.<br />- La gente no va por ahí adoptando a otras personas.<br />- La gente no va por ahí invitando a desayunar en su casa a indigentes que venden CDs. ¿Qué eres, políticamente correcto? Pues vaya mierda.<br />- No, no quería decir eso. Es solo que suena un poco descabellado el concepto de ayudar así a la gente.<br />- ¿Sabes una cosa? Cada persona es un mundo y cada proceso vital de cada una de las personas, es otro mundo. Deberías saberlo, tú que vas por ahí inventando la vida de las personas. Si cada persona de este mundo se responsabilizara de una, de sólo una de las personas que tienen cerca y lo pasan mal...<br />- Suena muy bien, pero la gente no haría eso.<br />- ¿Y tú?<br />- No sé, me daría miedo. No es lo mismo adoptar un niño, inocente de por sí, que un adulto que te puede estar haciendo la mejor interpretación de su vida para aprovecharse de ti.<br />- Nadie dijo que fuera fácil.<br />- Ya<br />- Entonces ...<br />- Me parece correcto y adecuado. Además puede ser reconfortante.<br />- ¿Me adoptas?<br />- Mañana pasaré por la calle Granada otra vez, y si estás ahí, veremos qué podemos hacer...<br />- OK, te espero.<br />En ese momento desperté de mi sueño. El despertador aún no había sonado. Ya no me llamaba Andrés. Desayuné corriendo e hice un rodeo para pasar por la calle Granada. Y allí estaba él, de nuevo. Me miró con su pierna dolorida mientras dibujaba un abanico con su mano en el aire ofreciéndome los CDs. Me quedé mirando.<br />- <span style="font-style: italic;">Mesié, </span>te vendo un CD. - Me dijo.<br />Miré hacia los lados. Vi a un policía acercarse por cada extremo de la calle. Una pared del Albéniz hizo temblar el suelo al caer. Cogió sus CDs tirando magistralmente del hilo que los unía y se escabulló corriendo por un callejón. Otro policía le esperaba. Oí como gritaba: -Yo no he hecho nada -. Me di la vuelta y apresuré el paso; me fui a trabajar. Lloré y me di cuenta de que, aunque me pesara, ya no me llamaba Andrés...<br /><br /><span style="font-style: italic;">A Perestroika Verjoiansk</span>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-82419117267461177332009-06-08T06:30:00.000-07:002009-07-09T08:26:45.252-07:00Tranquila, que yo te escucho...- ¿Sabes? Llevas unos 15 minutos moviendo la cucharilla. Ese café, por no tener, ya no tiene ni <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_0">cafeína</span>. ¡<span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Eo</span>...! ¿me estás escuchando?<br />- Eh... sí, perdona, perdona. Estaba en otro sitio. Pero no vayas a pensar que no estaba pendiente de lo que me decías.<br />- ¡¿<span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_2">A</span> sí...?! ¿y qué te decía?<br />- Me hablabas del ideal de ... de... ¿del amor?<br />- ¡Anda, qué...!<br />- ¿De política?<br />- ¿Por qué no dejas de inventarte cosas y me prestas un poco de atención? ¿Te aburro?<br />- No, no... si no es eso. Si no eres tú, soy yo. Últimamente me cuesta un poco <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_3">concentrarme</span>.<br />- ¿<span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_4">Concentrarte</span> en qué?<br />- En todo, en lo que me dicen. ¿Sabes? Oigo una frase y enlazo la última frase con otra. Y esta con otra nueva y así <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">sucesivamente</span> y no puedo parar. Hablando de parar, ¿cuándo coños va a dejar de llover? Perdona que diga tacos, no suelo ser tan mal hablada. Para mal hablada, Laura, hablando con sus amigas. El otro día me contó que no se corta un pelo con sus compañeras y si tienen que hablar de sexo, ahí van y vomitan todos los detalles. ¡Qué poco pudor! ¿no? No sé, en mi casa nunca se hablaron estas cosas. ¡Madre mía! Me acabo de acordar que no he llamado a casa. Mi madre debe de estar de los nervios. Últimamente los tengo abandonados... A mis padres, digo. Me da mucha pena, porque ahora me empiezo a plantear que pasaría si faltasen. La vida es tan corta.... Parece que se pasa más deprisa de forma <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_6">proporcional</span> a la edad que tienes. Pero yo creo que para mí <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_7">especialmente</span> y sabes que no tengo tantos años. Me quedan muchas primaveras, lo presiento. Como dice Ismael Serrano, "para morir joven ya soy viejo", pero yo creo tengo <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_8">fe</span> en que me quedan muchas, muchas primaveras... Hablando de primaveras y música, <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">Regina</span> me dijo que escuchó el disco de Martirio que le pasaste. El de "Primavera en Nueva <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">York</span>". ¡Qué vaya, empieza hablando de amor! ¡¿Cómo no?! ¿Es de lo que me estabas hablando, no?<br />[···]Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-73064081774184625392009-05-12T04:20:00.000-07:002009-05-12T04:22:07.986-07:00Amnistía Internacional<span style="font-family: verdana; font-style: italic;font-size:100%;" ><span style="color:#5d0072;">"Siempre habrá asesinatos. Siempre habrá violaciones. Siempre habrá gente que sufra, que esté en la cárcel por lo que piensa. Siempre existirá gente oprimida en alguna parte. Forma parte de la naturaleza humana, no podemos cambiarlo". </span></span><span style="font-family: verdana; font-style: italic;font-size:100%;" ><b><span style="color:#5d0072;"><br /><br />Por cada persona que se resigna, el mundo necesita otra que no lo haga.<br /><br />A.I.<br /></span></b></span>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-3756161241598860492009-05-09T06:55:00.000-07:002009-05-09T06:58:01.008-07:00Llegaremos a tiempo - Rosana<object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/3kV5PeRIp54&hl=es&fs=1"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/3kV5PeRIp54&hl=es&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-63367936111041020462009-03-17T10:08:00.001-07:002009-03-17T10:09:00.564-07:00Lógica circular<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqT2aa62FoC71kgRvaaUJQFssxnuMs6mXK9kX0RcXINIEvkYS6f2B5R-965hvqD0sYGSl3IO3d2c8sBTKZENffv7kxhPZ5mpUonbARMlM0f8XMeL3S78UWrFT6ney3MoKG2lrmG5riTavP/s1600-h/logica-circular.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 278px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqT2aa62FoC71kgRvaaUJQFssxnuMs6mXK9kX0RcXINIEvkYS6f2B5R-965hvqD0sYGSl3IO3d2c8sBTKZENffv7kxhPZ5mpUonbARMlM0f8XMeL3S78UWrFT6ney3MoKG2lrmG5riTavP/s400/logica-circular.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5314204826523159826" border="0" /></a>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-13119853847934471982009-03-11T08:07:00.000-07:002009-03-11T08:09:28.439-07:00Los días que llovía<span style="font-style: italic;">Los días que llovía</span>, Lukas solía coger el autobús. Le habían dicho que en Málaga no llovía casi nunca y que había trescientos días de sol al año. Este invierno, sin duda, concentraba los sesenta y cinco días restantes de lluvia. Ya había perdido la cuenta de la cantidad de veces que había dejado aparcada su moto por culpa del tiempo. Tampoco le importaba mucho. Al fin y al cabo cuando dejó Hungría también huía, entre otras cosas, de mal tiempo, pero con los estupendos días de sol en verano, pensó que el precio de dos meses de lluvia era más que justo. En Gyula, su pueblo, dejó a su familia y algún que otro amigo, aunque excepto por sus padres y su hermana, nunca sintió una gran afectividad por esa pequeña villa en la frontera con Rumania.<br /><br /><span style="font-style: italic;">Todos los días, incluso los días que llovía</span>, Lukas se solía levantar un rato antes para ver las noticias. Le gustaba la dicción casi perfecta de la presentadora y le venía muy bien para oír un acento menos adornado que el malagueño. La peripecia de eses y zetas de esta región sureña, cuando llegó hacía ya seis años, le pareció algo indescifrable. Incluso pensaba que la gente hablaba de forma diferente de un barrio a otro de la ciudad. Acentos aparte, esa mañana se había levantado inquieto. Un presentimiento le asaltaba. En la sección de "otras noticias" de CNN+ escuchó, mientras se llevaba un croissant a la boca, el nombre de su pueblo. Gyula no era una villa especialmente conocida y, mucho menos, en España. La noticia hablaba de veinte ciudadanos turcos que se habían encerrado en un camión frigorífico para cruzar Rumania y entrar así, ilegalmente, en Hungría, a través del paso con Gyula, donde fueron interceptados por la policía Rumana y Húngara. No le sorprendió en absoluto. La mayor parte de la población de Gyula eran rumanos más o menos acomodados que se habían movido a Hungría en busca de aquello que todos llamaban "algo mejor" y así, no dejar muy lejos la patria querida. De hecho, la propia familia de Lukas era, hacía ya tres o cuatro generaciones, de origen rumano. La noticia no ayudó para nada a la inquietud con que se levantó. Por eso y por la proximidad con la frontera, estaba acostumbrado a este tipo de noticias. Poco después, en Motril, había desembarcado una patera con veinticinco magrebíes a bordo. Y al final, todos los problemas parecían ser el mismo repetido, incluso, lo días que llovía.<br /><br /><span style="font-style: italic;">El autobús veinticinco</span>. El autobús veinticinco no era tan incómodo, sin duda, como un camión frigorífico o una patera, aunque sí que estaba muy frecuentado. Hacía la ruta desde el centro de Málaga hasta el Parque Tecnológico, donde trabajaba en sus prácticas Lukas. Por el camino atravesaba parte del centro de Málaga, la Universidad, un polígono industrial, el cementerio municipal, un poblado gitano llamado Los Asperones II, el barrio de Campanillas y, finalmente, llegaba al Parque. El popurrí de gente que usaba el autobús era tan variado como sus destinos. Con fin de ruta en el polígono industrial, unos chicos de Mali de dientes perfectos y sonrisa luminosa bromeaban en algún dialecto sahariano. En el cementerio, viudas de negro infinito subían gimoteando al autobús. Un poco más adelante, gitanas de negro impuesto lo cogían para acercarse al centro médico de Campanillas y, desde el centro, varios ingenieros mileuristas se enfundaban en su traje negro para ir a trabajar a diario. Lukas pensó, que este, sin lugar a dudas, era un día negro. Y, además, llovía...<br /><br />Y allí estaba él, a tres mil kilómetros de su pasado, montado en un autobús para hacer unas prácticas en una empresa que ni le gustaba ni le disgustaba. Podía considerarse afortunado, pues, al fin y al cabo, estaba en un país que protegía a todos por igual. Pensando esto, Lukas dudó de si se llamaba Lukas, dudó que alguna vez hubiera salido de Gyula y llegó a dudar de si era verdad que aquellos días... llovía...Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-71981505220282692292008-12-27T16:46:00.000-08:002008-12-27T16:51:12.447-08:00Y yo estoy muertoMientras tecleaba en su portátil sintió como una corriente fría le tocaba la espalda. Era como si innumerables y pequeños dedos apenas llegaran a posarse sobre su columna vertebral, haciéndole sentir un cosquilleo que le ponía toda la piel de gallina. Miró el vello de su brazo erizado por aquella sensación y tomo aire lentamente intentando relajarse. Solo podía ser psicológico porque, obviamente, el espejo que tenía detrás de dónde estaba sentado era lo único que había en la habitación donde siempre escribía. Un espejo, una silla, una mesa, su portátil y él. Cerro los ojos. El escalofrío continuaba hacia su nuca y entonces le pareció que alguien le acariciaba la cabeza a contrapelo. Intentó sonreír pensando en lo maravilloso de la potencia de la mente. Intentó sonreír una vez más. Lo intentó para saberse fuerte. Lo intentó para demostrar a los demás que él no tenía miedo, que él era racional, que nada existe más allá del aire en una sala donde solo había un espejo, una silla, una mesa, su portátil y él...<br /><br />Hacía frío y sin embargo el ventilador de su ordenador no paraba de girar. No hacía mucho que un pequeño trozo de la cinta adhesiva de un regalo de cumpleaños se había introducido por la ranura de refrigeración de su portátil y repiqueteaba contra las aspas del ventilador reproduciendo un desagradable y <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">desquiciante</span> conjunto continúo de chasquidos, como una carraca de feria.<br /><br />Se dio cuenta de que había dejado de escribir envuelto en las sensaciones de aquella presión extraña y seguramente <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">autosugestionada</span> sobre su espalda. Cruzo las piernas y sintió como sus zapatos rechinaban contra el suelo en un quejido casi <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">inaudible</span>. Y decidió mirar hacia atrás. Empezó a girar la cabeza lentamente hacia aquel espejo que siempre había estado allí. Cerró los ojos mientras lo hacía y, al mismo tiempo el cosquilleo se trasladaba hacia su nuez y le acariciaba ligeramente los lóbulos de las orejas. No había aire, ni ventilación, ni calefacción, ni corriente alguna. Simplemente él y su imaginación. Lo sabía y, sin embargo, no se atrevió a abrir los ojos. Decidió apagar el ordenador para acabar con el traqueteo del ventilador. Tras un <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">bufido</span>, todo quedó en silencio. Ahora sentía como, mientras miraba hacia atrás, la madera de la silla crujía lentamente. Continuó con los ojos cerrados por un segundo y los comenzó a abrir despacio, pero el miedo ya se había desarrollado y la imagen de su reflejo en el espejo le asustaba tanto que no se atrevió a mirarla. Cerró los ojos cuando ni siquiera había acabado de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">abrilos</span>. Pretendió bifurcar su propia presencia entre él y el espejo y su mente dibujó un reflejo de él mismo independiente de sus mismos actos. Estando quieto vio como su reflejo le decía:<br /><br />-Están aquí, las tengo dentro. Me están comiendo. ¿Acaso no las sientes?. Son horribles y lo hacen poco a poco, dejándome hueco como a un árbol infestado. Y voy crujiendo y duele. Duele muchísimo. Duele tanto que quizá nunca lo podrías imaginar. Tienes suerte de estar a ese lado. Tienes suerte de pensar que no te alcanzarán. Pero son terribles porque nadie las <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">vé</span>. Son terribles y por eso nadie quiere verlas. Como tú ahora no abres tus ojos y me niegas. Y las niegas. Y niegas mi sufrimiento y mi dolor. Y, ay, me consumen poco a poco. ¡Duele! ¡No sabes lo que es! Y no te atrevas nunca a decirme que no son reales. Las he puesto en tu cuello, en tus orejas, en tu espalda y las has sentido y ahora sientes el miedo que yo siento. Y ahora atisbas el dolor que causan.<br /><br />Y la voz crecía y la cara del espejo se desgarraba de dolor. Y oyó el goteo casi matemático de un grifo. Y sintió unas ruedas derrapar afuera, en la calle. Y las vigas de su habitación crujieron. Y su portátil se encendió solo. Y sudó pese al frío y sentía como le sangraba la espalda. Y las vio mordiéndole la piel, arrancándosela a jirones, separándole las uñas de los dedos. Y las sintió sobre sus ingles <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_6">perforándole</span> los huesos. Y abrió los ojos. Y entonces vio que allí solo había un espejo, una silla, una mesa, su portátil y él.Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-56389256944532289102008-11-29T08:59:00.000-08:002008-11-29T09:02:11.461-08:00Soneto - Pablo Neruda<em><span style="color: rgb(51, 51, 153);"></span><span style="color: rgb(51, 51, 153);">Sabrás que no te amo y que te amo<br />puesto que de dos modos es la vida,<br />la palabra es un ala del silencio,<br />el fuego tiene una mitad de frío.<br /><br />Yo te amo para comenzar a amarte,<br />para recomenzar el infinito<br />y para no dejar de amarte nunca:<br />por eso no te amo todavía.<br /><br />Te amo y no te amo como si tuviera<br />en mis manos las llaves de la dicha<br />y un incierto destino desdichado.<br /><br />Mi amor tiene dos vidas para amarte.<br />Por eso te amo cuando no te amo<br />y por eso te amo cuando te amo.<br /><br />Pablo Neruda<br /></span></em>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-36514722155413575382008-07-30T07:46:00.000-07:002008-08-22T11:35:47.823-07:00Historia inacabada número 1<span style="font-style: italic;">He decidido hacer un experimento. Tendrá segunda parte si funciona, y, si no, pues nada. El objetivo es escribir el principio de una historia y que vosotr@s me enviéis los finales. Si no queréis escribirlos al detalle, por lo menos el guión de lo que sería el final. Luego lo relleno yo, si queréis, y si no, pues no. Por <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">email</span> o en el blog, donde queráis. Ante toda la gente que me ha dicho que publicara ya, que ya tocaba, aquí va la primera historia <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">inacabada</span> con esperas de ser una historia <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">colaborativa</span>: </span><br /><br />En la pequeña habitación del pequeño apartamento, de personalidad forjada según los cánones de una <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">multinacional</span> sueca, el tiempo no se podía parar. Los fotones que surgían de aquellas bombillas de bajo consumo botaban y rebotaban sobre las paredes blancas hasta impactar finalmente con el otro blanco, el de sus dientes. Éstos, colocados de forma perfecta tras la comisura de unos labios que apuntaban hacia el "hoyuelo de los guapos", perpetraban una sonrisa tierna, tímida, escurridiza y, por qué no decirlo, un poco erótica.<br /><br />Las pestañas largas y los ojos grandes miraban, desconcertados y atentos a las paredes. Después de todo, no estaba en casa propia y eso le hacía sentir un poco <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_4">desprotegido</span>. Necesitaba obtener una segunda impresión (la primera siempre es demasiado breve) así que reparó la vista sobre los lomos de los libros y de los <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_5">CDs</span>. No parecían decorativos ni temático-obsesivos. Alguien que lee en varios idiomas no puede ser malo del todo - pensó. Volvió a mirarle. Le vio sentado delante de su <span class="blsp-spelling-corrected" id="SPELLING_ERROR_6">portátil</span>, buscando algunas fotos, buscando algunas canciones... Le notó integrado perfectamente con aquel entorno de su casa. Por un momento percibió cierto desorden, pero poco a poco se fue dando cuenta que aquel medio habitable estaba perfectamente estudiado para la ocasión. Eso le descolocó un poco pues, normalmente, nadie se toma tantas molestias para echar un polvo con alguien que ha conocido por Internet.<br /><br />- ¿Qué música te gusta? - le preguntó desde el ordenador.<br />- El <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_7">rap</span> - contestó él sin pensarlo mucho.<br /><br />Le habría querido decir algo más, pero no quería parecer demasiado moderno o demasiado alternativo, demasiado ñoño o demasiado agresivo. El <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_8">rap</span> fue lo más rápido que su cabeza pudo crear y definir como música "neutral". En seguida se vio a sí mismo nervioso, intentando quedar bien ante alguien desconocido al que no debía nada. - Será solo un polvo - pensó mientras intentaba relajarse.<br /><br />- No tengo nada de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_9">rap</span> - le dijo sin abandonar su ordenador. - Bueno, tengo alguna sátira cantada por Sabina en modo de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_10">rap</span> precisamente criticando este estilo. Yo soy más de <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_11">cantautores</span> ¿sabes?. Bueno, sí, ya sé que pueden resultar unos pesados, pero hay algunos que escriben pura poesía y muchos que sintetizan mejor que <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_12">Iron</span> <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_13">Maiden</span>. No todos son como Víctor Jara. Bueno, ... Víctor Jara no tiene nada de malo, también me gusta, pero reconozco que es difícil de escuchar. No quiero decir que haya que ser un erudito para escucharlo... Bueno, tú ya me entiendes, ¿no? Vaya, estoy quedando como un pedante.<br /><br />En ese momento se relajó. Se dio cuenta de que su anfitrión se justificaba a sí mismo buscando el parecer perfecto y que sus nervios le traicionaban tanto como a él. Hubo un silencio con algunas miradas que se encontraban y rápidamente se perdían.<br /><br />- Voy a poner algo de Jorge <span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_14">Drexler</span>. ¿Te suena?<br />[···]Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-56244333766568387202008-06-05T08:48:00.000-07:002008-06-05T08:56:06.257-07:00Respuestas... (La extraña pareja - Ismael Serrano)Eran conocidos en las calles del barrio,<br />conocidos en todos los bares y tabernas:<br />él tan serio, tan alto, tan pálido y delgado<br />ella morena frágil, tan graciosa y pequeña<br /><br />Él rondaba mas o menos los cincuenta<br />y ella debía tener no más de veinticuatro.<br />Él daba clases, creo, en alguna academia,<br />y ella estudiaba, creo, un curso de italiano.<br /><br />Bebían y se amaban, o eso parecía,<br />discutían a veces, a veces sonreían,<br />se besaban y odiaban, pero nadie es perfecto,<br />el amor es difícil y extraño en estos tiempos.<br /><br />La noche debilita los corazones,<br />noches de funeral, de vino y rosas.<br />Brindemos por el amor y sus fracasos,<br />quizás podamos escoger nuestra derrota.<br /><br />El sol limpia las calles, la memoria,<br />feroces pasiones atenúa.<br /><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_0">Invéntate</span> el final de cada historia,<br />que el amor es eterno mientras dura.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">Él entró una noche en el bar de costumbre, </span><br /><span style="font-weight: bold;">iba vestido todo de riguroso luto, </span><br /><span style="font-weight: bold;">venía borracho y solo, traía el gesto serio, </span><br /><span style="font-weight: bold;">y entre las manos una corona de difuntos. </span><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Ella le había dejado, nos explicó sereno, </span><br /><span style="font-weight: bold;">y había decidido considerarla muerta, </span><br /><span style="font-weight: bold;">y brindar por su olvido y su descanso eterno, </span><br /><span style="font-weight: bold;">y celebrar su entierro de taberna en taberna. </span><br /><br />Así que allá nos fuimos, y para qué contaros:<br />vasos vinos y risas, alguna vomitona,<br />abrazos de amistad, eterna aquella noche.<br /><span style="font-style: italic;" class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_1">Requiescat</span><span style="font-style: italic;"> </span>y brindemos por ella y su memoria<br /><br />La noche debilita los corazones,<br />noches de funeral, de vino y rosas.<br />Brindemos por el amor y sus fracasos,<br />quizás podamos escoger nuestra derrota.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">El sol limpia las calles, la memoria, </span><br /><span style="font-weight: bold;">feroces pasiones atenúa. </span><br /><span style="font-weight: bold;"><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_2">Invéntate</span> el final de cada historia, </span><br /><span style="font-weight: bold;">que el amor es eterno mientras dura</span><br /><br />Al salir de El Almendro ya iba muy borracho,<br />se calló en el asfalto y me incliné a su lado.<br />Supe que estaba muriéndose de golpe,<br />dijo algo en mi oído, se deshizo en mis brazos.<br /><br />Se lo llevó la ambulancia con su corona y todo,<br />y yo me fui a cumplir con su encargo maldito.<br />Llegué hasta el bar que él me había indicado<br />y busqué a la muchacha entre el humo y el ruido.<br /><br />Por fin la vi, bailaba muy despacio,<br />refugiada en el cálido pecho de un muchacho.<br />Le conté y me escuchó, se abrazó a su pareja.<br />Yo no sé si lloró, no se veía apenas.<br /><br />La noche debilita los corazones,<br />noches de funeral, de vino y rosas.<br />Brindemos por el amor y sus fracasos,<br />quizás podamos escoger nuestra derrota.<br />El sol limpia las calles, la memoria,<br />feroces pasiones atenúa.<br /><span class="blsp-spelling-error" id="SPELLING_ERROR_3">Invéntate</span> el final de cada historia,<br />que el amor es eterno mientras dura.Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-68864967805041460482008-05-26T09:14:00.000-07:002008-05-26T09:40:45.309-07:00El contagio de estigma y los lunes"¡Buff!, la coca-cola está caliente"- pensó. La había puesto al lado del portátil justo en frente de la salida del ventilador mientras terminaba de ejecutarse un programa que llevaba corriendo una y otra vez durante toda la mañana y parte de la tarde. Y era lunes. Lunes de esos cansados después de un domingo por la tarde desesperante, lento y, por qué no decirlo, un poco solitario. Lunes de búsqueda de miradas cómplices, pero todas estaban escondidas. Lunes en los que la levedad de sus sábanas de algodón se impregnaba en la piel y le llamaba para que volviera a casa. Lunes para desafiar el orden de las cosas y mandar todo al carajo. Lunes...<br /> <br /> <span style="font-style: italic;">El contagio de estigma</span>: y sumido en la nube de un espeso café de máquina se dio cuenta de que llevaba media coca-cola y un café y el lunes parecía igual de lento. Algo podría pasar aquella tarde para que el terminar de un día no sirviera tan sólo como enlace con el siguiente. ¡Algo tenía que pasar! Y escuchaba a Coldplay, en concreto "The hardest part". Y Jorge se acercó a su mesa y con una insolente tranquilidad y un natural gesto de aprecio espetó: ¡Hasta mañana, guapo!<br /> <br /> Y el universo se plegó diez veces sobre si mismo y las pupilas se le movieron a los rabillos del ojo casi epilépticas en busca de las orejas de sus compañeros. ¿Cuántos habrían oído aquel "guapo"? ¿Le habrían descubierto? ¿Sabrían su secreto? Sabía que Jorge le traería problemas tarde o temprano. No era un tío plumoso o escandaloso, pero le había llamado guapo. "¡Maldita sea! - Pensó - ¡los tíos no se dicen "guapo"!". Y un rojo hiriente le ardía en las mejillas que hubieran reventado de no ser por la pura continencia de no salir gritando. Y Jorge, que al fin y al cabo, sólo le sacaba un armario de ventaja, salió sonriendo por la puerta con la misma maldad con la que un recién nacido dice papá antes que mamá; con la misma maldad con la que cae una hoja seca sobre un coche y se pega al cristal; con la misma maldad de la mariposa que bate sus alas y provoca cataclismos, sin saberlo, siempre sin saberlo.<br /> <br /> Y en la oficina la ira crecía en forma de nube verdosa y viscosa que se desparramaba sobre las ruedas de la silla. Y en medio de este fango de sentimientos, seguía allí solo, temblando por dentro, pensando en las temibles consecuencias de que alguien le asociara a aquel marica. Y las dos últimas horas de trabajo se extinguieron y nada pasó y por fin empezó a respirar tranquilo. "Quizá no lo hayan oído". Y se envalentonó: "Y si lo han oído, ¿qué?, ¿qué pueden hacerme?". Y se imaginó las mofas de sus compañeros, señalándole con el dedo a sus espaldas y haciendo chistes ingeniosos sobre su forma de andar. Y se levantó de la silla y se fue a casa, moviendo las piernas de forma pesada, andando como un sheriff de una película del oeste que, podría ser cualquier cosa, pero no gay.<br /> <br /> Era lunes en los que la levedad de sus sábanas de algodón se impregnaba en la piel y le llamaba para que volviera a casa. Lunes para desafiar el orden de las cosas y mandar todo al carajo. Pero no lo hizo y los lunes continuaron siendo lunes y Jorge un poco más culpable de que casi se supiera "lo suyo". Aquello tan importante que nadie podía saber. Y los martes serían martes de reproche. Y los miércoles, de espera del jueves. Y los viernes de liberación parcial, pero agradecida. Y los sábados, un sábado más. Y los domingos por la tarde desesperantes, lentos y, por qué no decirlo, un poco solitarios.<br /><br /><div style="text-align: right;"><span style="font-style: italic;font-size:85%;" >Al chiquito que viaja por el mundo si saber si huye, busca o fluye. ¡Cuánto te cambió Nueva Dehli, eh!</span><br /></div>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-30122247999079918302008-05-21T05:51:00.000-07:002008-05-21T06:02:04.374-07:00La Ciudad de los Cuentos<p id="t.j14" style="margin-bottom: 0in;">Érase una vez un cuento que empezaba como todos los cuentos. Su escritora era una niña que era como todas las niñas y que <span id="t.j15" class="misspell" suggestions="viva,vive,vivo,viví,vi">viv</span>ía en una casa que era como todas las casas. En su paredes <span id="t.j16" class="misspell" suggestions="haba,han,ha,hao,has">hab</span>ía ventanas que eran como todas las ventanas y por ellas se veí<span id="t.j17" class="misspell" suggestions="Ana,ano,aun,año,aún">an</span> calles que eran como todas las calles.</p> <p id="t.j110" style="margin-bottom: 0in;">Un buen día esta niña como todas las niñas se dio cuenta de que los días eran siempre como todos los días. Y en su gran <span id="t.j111" class="misspell" suggestions="magancia,Ignacio,maganceo,maganceó,amoniaco">imaginaci</span>ón, un cuento se <span id="t.j112" class="misspell" suggestions="forma,forme,formo,formé,formó">form</span>ó...</p> <p id="t.j115" style="margin-bottom: 0in;">Érase una vez, o dos o tres veces, la Ciudad de los Cuentos. En esta ciudad los cuentos que se escuchaban no eran como todos los cuentos. Cuantos cuentos se contaban tení<span id="t.j116" class="misspell" suggestions="Ana,ano,aun,año,aún">an</span> finales tristes, <span id="t.j117" class="misspell" suggestions="par,por,pro,pe,pi">pr</span>á<span id="t.j118" class="misspell" suggestions="caóticos,ciáticos,cotices,caicos,coticéis">cticos</span>, felices, amargos, dulces y <span id="t.j119" class="misspell" suggestions="ROM,Roma,romo,ron,ro">rom</span>á<span id="t.j120" class="misspell" suggestions="náuticos,noticias,noticies,noticiosa,noticioso">nticos</span> y principios originales, de colores, diferentes, malvados y <span id="t.j121" class="misspell" suggestions="bien,buen,bren,ven,be">ben</span>é<span id="t.j122" class="misspell" suggestions="vilos,voleos,voláis,voléis,bolos">volos</span>. En sus historias <span id="t.j123" class="misspell" suggestions="haba,han,ha,hao,has">hab</span>ía hombres grandotes y mujeres chiquitas, niñas enormes y niños gordinflones, chicos con ruedas y chicas con las orejas inmensas, mujeronas altas como la luna y flacas como palos y <span id="t.j124" class="misspell" suggestions="ejecutas,ejecutes,vejeces,vejetas,vejetes">viejecitos</span> pequeños, pequeños, pequeños a los que les encantaba la lasaña con tres pisos de carne y mucha, mucha, mucha salsa de tomate. Y, por supuesto, <span id="t.j125" class="misspell" suggestions="tambo,tamba,timbó,tumbo,tumbó">tambi</span>én <span id="t.j126" class="misspell" suggestions="haba,han,ha,hao,has">hab</span>ía niñas parecidas a las otras niñas. ¡Y niños de colores!; y <span id="t.j127" class="misspell" suggestions="tambo,tamba,timbó,tumbo,tumbó">tambi</span>én ancianas con verrugas y pelos en los lunares amigas de princesas desesperadas; y hechiceros y dragonas que se amaban...</p> <p id="t.j130" style="margin-bottom: 0in;">En la Ciudad de los Cuentos todo el mundo era singular: ¡Eran singulares hasta los reyes convertidos en cisnes y las malísima mujer del saco! ¡Y las palmeras en las que <span id="t.j131" class="misspell" suggestions="florece,florecí,floreció,florecía,flore">florec</span>í<span id="t.j132" class="misspell" suggestions="Ana,ano,aun,año,aún">an</span> poemas! ¡Y las aceras en las que habitaban hormigas!...</p> <p id="t.j135" style="margin-bottom: 0in;" align="center">***</p> <p id="t.j138" style="margin-bottom: 0in;">Todas las criaturas de esta ciudad <span id="t.j139" class="misspell" suggestions="haba,han,ha,hao,has">hab</span>í<span id="t.j140" class="misspell" suggestions="Ana,ano,aun,año,aún">an</span> construido una gran fuente, con forma de paleta de pintor y con un gigantesco pincel que la atravesaba. La fuente la llenaron con pequeños cubos de acuarelas de colores. Cada niño, dragona, á<span id="t.j141" class="misspell" suggestions="rol,árbol,reblo,rebló,robla">rbol</span>, flor, hombrecillos, <span id="t.j142" class="misspell" suggestions="mujerona,muerta,mujeruca,mijeros,muerto">mujerota</span>, <span id="t.j143" class="misspell" suggestions="ogros,ugres,opresa,egreso,ingresa">ogresa</span> y <span id="t.j144" class="misspell" suggestions="principio,principió,principote,principios,principiado">principito</span>, valiente y <span id="t.j145" class="misspell" suggestions="cobardía,cobardías,cobardea,cobrada,cobradora">cobardica</span> y, todas y todos los <span id="t.j146" class="misspell" suggestions="den,de,dé,ídem,deo">dem</span>ás, aportaron un pequeño cubo a la gran fuente. A las <span id="t.j147" class="misspell" suggestions="pulgueras,pulguillas,pulgas,pulgosas,pullistas">pulguitas</span> las ayudaron, porque eran pequeñitas y no <span id="t.j148" class="misspell" suggestions="poda,pode,podo,podé,podó">pod</span>í<span id="t.j149" class="misspell" suggestions="Ana,ano,aun,año,aún">an</span> con el cubo, pero fueron felices cuando vieron que sus amigas y amigos volcaron su parte de color en tan bonita fuente.</p> <p id="t.j152" style="margin-bottom: 0in;">El día de la puesta en marcha de la fuente las vecinas y los vecinos de la Ciudad de los Cuentos miraban con la boca abierta a la fontanera mayor elegida por todas y todos los habitantes para abrir el grifo y hacer que la fuente comenzara a funcionar.</p> <p id="t.j155" style="margin-bottom: 0in;">Y el esperado momento <span id="t.j156" class="misspell" suggestions="llega,llego,llegó,lega,lego">lleg</span>ó. Y los que estaban más cerca vieron como del pincel comenzaba a caer una cascada del color del <span id="t.j157" class="misspell" suggestions="arco iris,arco-iris,arcarais,arcareis,arcaréis">arcoiris</span>. Y los que estaban más lejos no lo vieron, pero se lo contaron los primeros. Y los que estaban aún más lejos <span id="t.j158" class="misspell" suggestions="abar,abra,abre,abro,abrí">abr</span>í<span id="t.j159" class="misspell" suggestions="Ana,ano,aun,año,aún">an</span> los ojos como platos al enterarse de la noticia. Y todas y todos festejaron esa noche, hasta el amanecer, la puesta en marcha de la <span id="t.j160" class="misspell" suggestions="magna,magín,maga,mago">magn</span>í<span id="t.j161" class="misspell" suggestions="foca,ficha,finca,fía,fija">fica</span> fuente de colores. </p> <p id="t.j164" style="margin-bottom: 0in;">Y la noticia <span id="t.j165" class="misspell" suggestions="corrí,corrió,corro,corroí,corría">corri</span>ó y <span id="t.j166" class="misspell" suggestions="corrí,corrió,corro,corroí,corría">corri</span>ó regiones y <span id="t.j167" class="misspell" suggestions="atravesé,atravesó,atreves,atraviesa,atraviese">atraves</span>ó y <span id="t.j168" class="misspell" suggestions="atravesé,atravesó,atreves,atraviesa,atraviese">atraves</span>ó montañas. Y un día <span id="t.j169" class="misspell" suggestions="llega,llego,llegó,lega,lego">lleg</span>ó, sin poder parar, al hombre del traje gris. Era conocido en las calles del barrio como el más malvado del lugar. <span id="t.j170" class="misspell" suggestions="Viva,Vive,Vivo,Viví,Vi">Viv</span>ía en una casa gris, tenía un perro gris y una corbata gris. Sus ojos eran grises, como los pelos de su barba y llevaba un serio uniforme gris con unos temibles zapatos negros. Al señ<span id="t.j171" class="misspell" suggestions="ir,ora,ore,oro,oré">or</span> gris todo le molestaba y, sobre todo, los colores. Así que montado en una autogiro muy, muy ruidoso <span id="t.j172" class="misspell" suggestions="vil,volé,voló,col,gol">vol</span>ó y <span id="t.j173" class="misspell" suggestions="vil,volé,voló,col,gol">vol</span>ó hasta la Ciudad de los Cuentos.</p> <p id="t.j176" style="margin-bottom: 0in;"><span id="t.j177" class="misspell" suggestions="Vil,Volé,Voló,Col,Gol">Vol</span>ó por los mares, islas y bosques y al fin <span id="t.j178" class="misspell" suggestions="llega,llego,llegó,lega,lego">lleg</span>ó a las montañas que daban sombra a aquel pequeño pueblo cuando se <span id="t.j179" class="misspell" suggestions="peón,pión,pone,pan,con">pon</span>ía el sol, donde se <span id="t.j180" class="misspell" suggestions="haba,han,ha,hao,has">hab</span>ía construido una inmensa presa de aguas cristalinas para abastecer el pueblo. El hombre del traje gris, se <span id="t.j181" class="misspell" suggestions="presenta,presente,presento,presenté,presentí">present</span>ó en la plaza del pueblo:</p> <ul id="t.j184"><li id="t.j185"><p id="t.j186" style="margin-bottom: 0in;">Los colores me molestan. ¡Las cosas diferentes me molestan! Yo siempre he vivido en un mundo donde <span id="t.j187" class="misspell" suggestions="sabe,san,sao,sal,saz">sab</span>ía có<span id="t.j188" class="misspell" suggestions="meo,meó,mi,mio,mió">mo</span> era todo y <span id="t.j189" class="misspell" suggestions="entendí,entienda,entiende,entiendo,entendió">entend</span>ía desde un principio como se ordenaban las cosas. Pero esta fuente, y este pueblo tan <span id="t.j190" class="misspell" suggestions="feo,fió,fío,fe,ferio">feooooooooooooo</span>, con gentes tan raras, <span id="t.j191" class="misspell" suggestions="puga,pugas,paga,pago,pagó">puaghhhh</span>, ¡me repugna! Romperé la presa y el agua arrastrará todos los colores y, con ellos, a todos vosotros. Y será el fin. Y será el colorín colorado de esta historia tan <span id="t.j192" class="misspell" suggestions="reíd,id,red,rió,ría">rid</span>í<span id="t.j193" class="misspell" suggestions="cual,cuál,cuela,culea,chula">cula</span>. ¡<span id="t.j194" class="misspell" suggestions="Que,Qué,Fu,Hu,Su">Qu</span>é digo colorín colorado! ¡Será el grisín <span id="t.j195" class="misspell" suggestions="guisado,gritado,irisado,girado,rosado">grisado</span> de la Ciudad de los Cuentos!, <span id="t.j196" class="misspell" suggestions="jau,jea,ha,ka,a">ja</span>-<span id="t.j197" class="misspell" suggestions="jau,jea,ha,ka,a">ja</span>-<span id="t.j198" class="misspell" suggestions="jau,jea,ha,ka,a">ja</span>-<span id="t.j199" class="misspell" suggestions="jau,jea,ha,ka,a">ja</span>-<span id="t.j1100" class="misspell" suggestions="jasa,jaba,jaca,jala,jama">jaaa</span> -dijo mientras se <span id="t.j1101" class="misspell" suggestions="rae,reo,reí,roe,rué">re</span>ía a carcajadas.</p> </li></ul> <p id="t.j1104" style="margin-bottom: 0in;">Y los más pequeños se asustaron y las más grandotas les consolaron. Y una mujer valiente, valiente y pequeñita, pequeñita, señaló con el dedo al señ<span id="t.j1105" class="misspell" suggestions="ir,ora,ore,oro,oré">or</span> gris:</p> <ul id="t.j1108"><li id="t.j1109"><p id="t.j1110" style="margin-bottom: 0in;">¡Deja nuestros colores, porque son el trabajo de todas las criaturas de la Ciudad de los Cuentos! Suma el tuyo, si quieres a nuestra fuente. Y si no lo haces y rompes nuestra presa, nos quedaremos <span id="t.j1111" class="misspell" suggestions="aquí,ALU,aoque,aoqué,arque">aqu</span>í, en nuestra bonita ciudad. ¡Y nos <span id="t.j1112" class="misspell" suggestions="saldar,saldrá,saldré,saladar,salador">saldr</span>án agallas como a los peces cuando el agua llegue! ¡Y aprenderemos a vivir bajo el agua, con las truchas, como hemos aprendido a vivir con nuestros colores! Y construiremos un coral inmenso que ya no <span id="t.j1113" class="misspell" suggestions="podar,poder,podre,podrá,podré">podr</span>ás inundar. Y si lo secas, volveremos a nuestra fuente. ¡Deja en paz nuestros colores!</p> </li><li id="t.j1114"><p id="t.j1115" style="margin-bottom: 0in;">¡Eso! - dijo de un <span id="t.j1116" class="misspell" suggestions="vezare,vezaré,vezar,vezara,vezará">vozarr</span>ón del niño gigante.</p> </li><li id="t.j1117"><p id="t.j1118" style="margin-bottom: 0in;">¡Eso! - se <span id="t.j1119" class="misspell" suggestions="suma,sume,sumo,sumé,sumí">sum</span>ó la jirafa del cuello corto.</p> </li><li id="t.j1120"><p id="t.j1121" style="margin-bottom: 0in;">¡Eso! - <span id="t.j1122" class="misspell" suggestions="alza,alzo,alzó,al,ALU">alz</span>ó la voz la serpiente anudada. </p> </li><li id="t.j1123"><p id="t.j1124" style="margin-bottom: 0in;">¡Eso! - gritaron todos al uní<span id="t.j1125" class="misspell" suggestions="sonó,soñó,sino,so no,so-no">sono</span>. </p> </li><li id="t.j1126"><p id="t.j1127" style="margin-bottom: 0in;">¡Eso! - se <span id="t.j1128" class="misspell" suggestions="oye,oyó,yo,o,ay">oy</span>ó la <span id="t.j1129" class="misspell" suggestions="micacita,vocación,voceaste,caceta,cicuta">vocecita</span> de la más despistada del pueblo.</p> </li><li id="t.j1130"><p id="t.j1131" style="margin-bottom: 0in;">¡Eso! - <span id="t.j1132" class="misspell" suggestions="repitió,repito,repetí,repita,repite">repiti</span>ó la fontanera mayor.</p> </li><li id="t.j1133"><p id="t.j1134" style="margin-bottom: 0in;">¡Eso! - <span id="t.j1135" class="misspell" suggestions="penas,penes,penos,pensé,pensó">pens</span>ó la niña mientras <span id="t.j1136" class="misspell" suggestions="escriba,escribe,escribo,escribí,escribió">escrib</span>ía el cuento.</p> </li><li id="t.j1137"><p id="t.j1138" style="margin-bottom: 0in;">¡Eso! - gritaron todos una vez más. Y el grito hizo temblar el suelo. Y todas y todos se sorprendieron y gritaron una vez más:</p> </li><li id="t.j1139"><p id="t.j1140" style="margin-bottom: 0in;">¡Eso!.</p> </li></ul> <p id="t.j1145" style="margin-bottom: 0in;">Y con este tremendo grito el suelo <span id="t.j1146" class="misspell" suggestions="temblé,tembló,temible,tiembla,tiemble">tembl</span>ó y el señ<span id="t.j1147" class="misspell" suggestions="ir,ora,ore,oro,oré">or</span> del traje gris se <span id="t.j1148" class="misspell" suggestions="tamba le,tamba-le,temblé,timbal,tambaleen">tambale</span>ó de un lado a otro, hasta que al final, ¡zas!, se <span id="t.j1149" class="misspell" suggestions="calla,calle,callo,callé,calló">call</span>ó en la fuente.</p> <p id="t.j1152" style="margin-bottom: 0in;" align="center">***</p> <p id="t.j1155" style="margin-bottom: 0in;">Y la niña que <span id="t.j1156" class="misspell" suggestions="escriba,escribe,escribo,escribí,escribió">escrib</span>ía el cuento <span id="t.j1157" class="misspell" suggestions="penas,penes,penos,pensé,pensó">pens</span>ó: ¿<span id="t.j1158" class="misspell" suggestions="que,qué,fu,hu,su">qu</span>é final <span id="t.j1159" class="misspell" suggestions="tender,tendrá,tendré,tendera,tendero">tendr</span>á este cuento? Y se <span id="t.j1160" class="misspell" suggestions="queda,quede,quedo,quedé,quedó">qued</span>ó pensativa un momento y entonces sonó el timbre de su casa, que era como todos los timbres... Y <span id="t.j1161" class="misspell" suggestions="abrí,abrió,abro,abría,abrid">abri</span>ó la puerta, que era como todas las puertas y <span id="t.j1162" class="misspell" suggestions="allá,allí,al,ALU,ala">all</span>í estaba el hombre del traje gris, pero ahora vestido de colores con una gran diploma en el que <span id="t.j1163" class="misspell" suggestions="peón,pión,pone,pan,con">pon</span>ía: Felicidades, porque ya no eres una niña como todas las niñas: Tú has creado un pueblo de colores.</p><p id="t.j1155" style="margin-bottom: 0in;"><br /></p><p id="t.j1155" style="margin-bottom: 0in;"><br /></p><p id="t.j1155" style="margin-bottom: 0in;"><span style="font-size:85%;"><span style="font-family:arial;"><span style="font-weight: bold;">Jorge García Rodríguez</span>, para la apertura de la <span style="font-weight: bold;">Conferencia Político-Organizativa</span> de la <a href="http://www.coordinadoragirasol.com/">Coordinadora Girasol</a>, 2008</span></span><br /></p>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-85492432981452438302008-02-15T05:28:00.000-08:002008-02-15T05:30:04.481-08:00Nunca es tarde para nacer de nuevo...<span style="font-style: italic;">Y, ... ¿Ahora te acercas?: </span>Tanto tiempo observándote ahí, incómodo en la silla de la oficina, estirando las piernas en un ejercicio de contorsionista para no tocar al compañero de enfrente, mirándote desde mi mesa, tímido, entre las cabezas de la gente y pensando... "¡Qué entienda, por favor, qué entienda!" mientras cruzaba los dedos y bajaba la cabeza apresuradamente cada vez que tu mirada pasaba sobre la mía y me descubría... Me descubría inquieto mirándote, como un <span id="misp_compose_2" class="hm">quinceañero</span> caducado que todavía cree en jugar a lo que ya está prohibido por el saber estar y las buenas formas... Y... ¿Ahora te acercas? Y encima te acercas simpático, arrebatador y <span id="misp_compose_3" class="hm">absurdamente</span> condescendiente... y... ¿qué he hecho yo para que esto sea así? Por qué tartamudean hasta mis pensamientos cuando cruzas hacia el baño o a sacar un <span style="font-style: italic;"><span id="misp_compose_4" class="hm">Twix</span></span> de la máquina arruina dietas de nuestra oficina... Y... ¿ahora te acercas? Cuando paseábamos juntos desde la cafetería a mi sitio y bajabas la cabeza cada vez que hablabas de tu novia... Y yo pensaba - no te reproches nada...-. No es malo lo que sientes, ni siquiera es malo que lo sientas por mí...-. Pero te separaste y ... ahora... cuando me voy a Málaga, ahora... te acercas...<br /><br /><span style="font-style: italic;">Y te acercas sin decir nada pero diciéndolo todo...</span>: Porque aún no tienes el valor para decir lo que otros asumimos hace tiempo o porque aún no tienes el valor para confesar que algo ha cambiado dentro de ti... Siento ser yo el <span id="misp_compose_5" class="hm">perversor</span> de tu alma a los ojos de nuestra moralista y <span style="font-style: italic;"><span id="misp_compose_6" class="hm">moralejista</span></span> Iglesia, pero no he hecho nada más que preguntarme qué pasaría si alguna vez fuera un poquito tuyo y tú un poquito mío. Y al pensarlo y mirarte fijamente, mis pupilas transmitían la información a las tuyas y tú intuías lo que pensaba. Y así, este juego, de día en día, de café en café...Y no quiero que suene a reproche, porque nos han educado, a ti y a mi, para ser heterosexuales y tener novia, casarnos y reproducirnos por doquier... Y ponerse por encima de eso, por encima de lo que te han dicho siempre con cada "y ¿qué se le dice a las niñas guapas?" desde que teníamos tres años, es duro. Y asumir que cuando tienes once los niños ven en el cine como el triunfo está en llevarse a la pedazo de morena mientras tú y yo nos martirizábamos intentando ser como los demás, como los referentes reales que teníamos alrededor mientras nos dábamos cuenta de que nada funciona como pensábamos y que teníamos que plantearnos cosas que el resto de nuestros compañeros no se planteaban ni se plantearían jamás...<br /><br /><span style="font-style: italic;">Y además sonriendo...</span>: con esa cara de niño mayor responsable y con tu camisa a rayas azules, qué solo te pones cuando vas a reuniones con tu jefe de proyecto... Y además con la latencia descarada de esperar que sea yo quién dé el primer paso y te diga -Te invito a un café-... Pero no puedo, ahora no puedo. Me he cansado de cuidar niños. Necesito alguien que recoja las cenizas de este subproducto de la urbe madrileña y las lance de nuevo al mar... para resurgir tal cual ave fénix e intentar, aunque sea por un momento, ser feliz. Y encima sonriendo... si sabes que tu sonrisa me vuelve débil y me desarma y te cedo mi espacio, en el que no entras por miedo. Y además sonriendo... que hasta cuando paras de hacerlo tus ojos siguen. Y además ... ¿ahora? ¿por qué ahora? ...<br /><br /><span style="font-style: italic;"><span style="font-style: italic;"><br /><span style="font-style: italic;">¿Ó</span></span><span id="misp_compose_10" class="hm">scar</span>?: </span>Cuando José Luis conoció a Ó<span id="misp_compose_11" class="hm">scar</span> en la oficina no fue muy difícil acordarse de su nombre, pues era el único. Y no sólo era el único por el nombre, a priori, común. Si no el único con ojos claros y pecas anacrónicas y una sonrisa capaz de hacer parar su pensamiento y perderse absorto en un silencio... Y en ese momento supo que había perdido un poco de sí para otro que no parecía encontrarlo. Y José Luis siguió pareciendo serio y responsable sin pestañear delante de sus bases de datos, asumiendo que su destino era dejar pasar el tren por miedo a romper lo cotidiano, lo que está escrito por la fuerza de la costumbre y no por la pluma que nos da la opción de escribir con buena letra nuestro propio camino. Es este miedo atroz a escribir torcido lo que nos hace menos humanos y más predecibles; nos hace autómatas de nuestro entorno <span id="misp_compose_12" class="hm">preconfigurado</span> y acomodado que nos da una ilusoria sensación de calma. El tenerlo todo controlado y no salirnos de los renglones, por lo menos, no nos hace sentir a salvo de esa sensación de estar al borde del vacío. Con 34 años, José Luis ya sabía controlar estos saltos de renglón sin salirse de la página. ¡Ay de la madurez creada para controlar los impulsos en aras,... en aras,... en aras de no ser feliz nunca!.<br /><br /><span style="font-style: italic;">A Laura, que ahora me lee y dice que incluso le gusta...<br /><span style="font-style: italic;"><br />(Historia ficticia y cero autobiográfica, por si acaso a algun@ le da por sentirse identificad@)<br /></span></span>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-81314965356522420622008-01-16T03:30:00.000-08:002008-01-16T03:39:48.364-08:00Venceréis pero no convenceréis...<span style="color: rgb(0, 128, 128);font-family:Kuenst480 Blk BT;font-size:130%;" ></span>El 12 de octubre de 1936 se celebraba en el de la Universidad de Salamanca el Día de la Raza, aniversario del descubrimiento de América por Colon. Millán Astray había llegado escoltado por sus legionarios armados con metralletas, afectación que conservaría a lo largo de toda la guerra.<br /><br />Varios oradores soltaron los consabidos tópicos acerca de la "anti-España". Un indignado Unamuno, que había estado tomando apuntes sin intención de hablar, se puso de pie y pronunció un apasionado discurso:<br /><br /><blockquote style="font-style: italic;">Se ha hablado aquí de guerra internacional en defensa de la civilización cristiana; yo mismo lo hice otras veces, Pero, no, la nuestra es solo una guerra incivil (...) Vencer no es convencer, y hay que convencer, sobre todo, y no puede convencer el odio que no deja lugar para la compasión (...) Se ha hablado también de catalanes y vascos, llamándolos anti-España; pues bien, con la misma razón pueden ellos decir otro tanto. Y aquí esta el señor obispo, catalán, para enseñaros la doctrina cristiana que no queréis conocer, y yo, que soy vasco, llevo toda mi vida enseñándoos la lengua española, que no sabéis...<br /><br /></blockquote> En ese punto, Millán Astray empezó a gritar: "¿Puedo hablar? ¿Puedo hablar?" Su escolta presentó armas y alguien del público gritó: "¡Viva la muerte!" Entonces Millán gritó: "¡Cataluña y el País Vasco, el País Vasco y Cataluña, son dos cánceres en el cuerpo de la nación! ¡El fascismo, remedio de España, viene a exterminarlos, cortando en la carne viva y sana como un frío bisturí!" Se excitó sobremanera hasta tal punto que no pudo seguir hablando. Resollando se cuadró mientras se oían gritos de "¡Viva España!".<br /><br />Se produjo un silencio mortal y unas miradas angustiadas se volvieron hacia Unamuno:<br /><blockquote style="font-style: italic;"><br />Acabo de oír el grito negrófilo de "¡Viva la muerte!". Esto me suena lo mismo que "¡Muera la vida!". Y yo, que he pasado toda la vida creando paradojas que provocaron el enojo de quienes no las comprendieron, he de deciros, con autoridad en la materia, que esta ridícula paradoja que me parece repelente. Puesto que fue proclamada en homenaje al último orador, entiendo que fue dirigida a él, si bien de una forma excesiva y tortuosa, como testimonio de que el mismo es un símbolo de la muerte. ¡Y otra cosa! El general Millán Astray es un inválido. No es preciso decirlo en un tono mas bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero los extremos no sirven como norma. Desgraciadamente hay hoy en día demasiados inválidos, Y pronto habrá más si Dios no nos ayuda. Me duele pensar que el general Millán Astray pueda dictar las normas de psicología de las masas. Un inválido que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, que era un hombre, no un superhombre, viril y completo a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como dije, que carezca de esa superioridad de espíritu, suele sentirse aliviado viendo como aumenta el numero de mutilados alrededor de él (...) El general Millán Astray quisiera crear una España nueva, creación negativa sin duda, según su propia imagen. Y por ello desearía una España mutilada... </blockquote><br /><br />Furioso, Millán grito: "¡Muera la inteligencia!" A lo que el poeta José Maria Pemán exclamo: "¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!" Unamuno no se amilanó y concluyó:<br /><br /><blockquote style="font-style: italic;">¡Éste es el templo de la inteligencia! ¡Y yo soy su supremo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido , diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. <span style="font-weight: bold;">Venceréis, pero no convenceréis,</span> porque convencer significa persuadir, y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil pediros que penséis en España.</blockquote><br /><br />Millán se controló lo suficiente como para, señalando a la esposa de Franco, ordenarle: "¡Coja el brazo de la señora!", cosa que Unamuno hizo, evitando así que el incidente acabara en tragedia.<p align="left"><span style="color: rgb(0, 128, 128);font-family:Kuenst480 Blk BT;font-size:130%;" ></span></p>Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6966456844437726520.post-23228431026442519642008-01-03T08:05:00.000-08:002008-01-03T08:08:42.444-08:00Pretendes - ElefantesCrees que hay cinco minutos más<br />para quien no va a mentir<br />y regala su verdad<br />a aquél que la quiere escuchar.<br />¿Y tú de qué...?<br />Aprende a mirar.<br />Vale tanto un ladrón<br />como su libertad.<br />Y aún no sé si realmente sabes<br />o alguna vez has sabido<br />lo que pretendes.<br />Ves, ves los días pasar<br />y alejarse de ti<br />sin siquiera mirarte,<br />y eres incapaz de decir nada más.<br />Cierras los ojos, y<br />vuelves a marchar.<br />Escúchame bien,<br />esto no va así.<br />De esta manera no es fácil vivir.<br />Tú no eres real,<br />y aún no comprendo<br />lo que pretendes.Jorge García Rodríguezhttp://www.blogger.com/profile/02618338930421424385noreply@blogger.com0